miércoles, 7 de febrero de 2018

Seducido por un Angel capitulo 5

Capitulo 5

La cena nunca había sido tan... interesante.

Me vi obligada a comer desnuda. Bien.

La lasaña fue un éxito. Impresionante.

El pan de ajo era delicioso. Después de haber sido sumergido en mi coño. Al parecer, el jugo de coño iba genial con pan de ajo.

Por supuesto para el momento en que habíamos terminado, yo estaba lista para pollas. El pan no parecía ser suficiente. Y había terminado de esperar.
Con la mesa despejada, los platos remojándose, tome una tira de condones que había escondido al principio del día y me dirigí hacia la sala de estar, papi y el tío Emmet estaban disfrutando de una copa después de cenar.


No espero, no dudo, no pido permiso. Simplemente me acerco a mi tío mientras él se relaja en el sofá y me pongo a horcajadas sobre su regazo, una cadena de protección que descansa sobre el cojín a su lado. De alguna manera su bebida desaparece y él envuelve sus brazos alrededor de mí, me aprieta y me besa. No, él me devora. Enreda su lengua con la mía, y saboreo el sabor de su bourbon, el sabor inherente de él.

Su polla se endurece entre mis piernas, la cresta de su polla se alinea con mi deseoso coño, y me retuerzo contra él, tomando el placer que pueda del contacto. He estado adolorida, necesitada, desde que había ido abajo en mí y sólo había empeorado durante la cena. Esos habían sido los juegos previos. Estoy lista para el evento principal.

Las manos del tío deambulan, acariciando, burlándose y atormentándome. Se siente como si estuviera en todas partes, amasando mi culo, acariciando mi espalda, pellizcando mis pezones y golpeando en mi agujero trasero. Todo el tiempo esos labios están en los míos, me seduce con su piel.

Él arranca su boca, sus labios a un pelo de los míos, y compartimos nuestra respiración, la esencia misma de la vida. Sus manos están guiando mis caderas, meciéndose hacia adelante y hacia atrás sobre su eje.

La voz de Emmet es suave, pero dominante cuando habla en contra de mi boca. —Quiero follarte, nena.

—¿Es eso lo que quieres, Bella? ¿Quieres que papi deje a tu tío follarte? Sólo chicas sucias son folladas por sus tíos. —Edward interrumpe nuestro juego, y es como si otra ola de calor y el placer son vertidas sobre mí.

—Tío Emmet, soy tan traviesa. —Susurro, pero sé que mi papá oye, porque de pronto un condón abierto se mete en mi mano. Me vuelvo hacia mi papá y lo encuentro arrodillado en el sofá, sus pantalones desabrochados y su polla expuesta.

—Follalo y chúpame como la puta sucia que eres. Vamos a utilizar tus agujeros. —Dios, papi me hace sentir como una mala chica. Yo lo puto amo.

Mi coño se tensa a la espera, más que listo. Me deslizo de nuevo en el regazo de Emmet y lo libero en unos instantes, el látex cubriendo esa polla gruesa sobre la que he estado fantaseando. Está cortado, largo y me llenara tan bien.

Con una mano en el hombro del tío Emmet, me levanto y coloco su polla en mi apertura, cubriendo con mis jugos y luego bajo sobre él, poco a poco.

—Oh, papi, él es tan grande. Es demasiado, papi. —Me quejo, mordiéndome el labio mientras me extiende incluso más que Edward.

—Toma esa polla por papi, cariño.

Asiento con la cabeza, bajando más, más y más desapareciendo en mi coño. En algún momento, el placer se transforma y se convierte en pura felicidad.

Emmet agarra mis caderas, me ayuda a deslizarme a lo largo de su eje hasta que lo tengo en mí, llenándome, avivando esos fuegos que habían sido dejados de lado momentáneamente durante la cena.

Me levanto y caigo sobre su polla, encontrar un ritmo dulce que nos da tanto esos sentimientos fantásticos. Cierro los ojos, varío mis movimientos. Meciéndome, dando vueltas, arriba y abajo. Cambia mientras trato de encontrar ese ritmo perfecto que nos dará más placer. Me conformo con un pequeño meneo, el pulgar del tío rodeando mi clítoris y mi coño responde, apretándose alrededor de su eje.

Una mano se anuda en mi pelo, tirando fuerte contra mi cuero cabelludo, jalando el creciente éxtasis y arrojándolo aún más alto.
Papi obliga mi cabeza a volverse hacia su polla, desliza su eje entre mis labios, y yo lo chupo, saborear el sabor salado de su pre-semen, gimiendo a su alrededor.

—Chupa la polla de papá. Folla a tu tío. Puta sucia.

Gimo, mis ojos cerrados, haciendo lo que me exige.

La follada, la succión, el pellizcar y la provocación. Se suman, mi excitación alimentándose de la de ellos. Es bueno y muy, muy malo a la vez.

Soy una chica muy mala.

Espero conseguir unas buenas nalgadas después.

El tío Emmet me hace ir más rápido, obligándome a rebotar en su polla mientras yo mantengo a papi en mi boca. No puedo contener mis sonidos, los gemidos, quejidos y gimoteos escapan, amortiguados sólo por la polla en la que tengo mis labios envueltos.

A continuación, la felicidad que he estado persiguiendo se metió cerca, justo contra mi pecho y engatusa su camino profundo dentro de mí.

El tío Emmet comienza a exigir, gruñendo y mandando. — Tomar esa polla, Isabella. —Él aprieta mi pezón, las estrellas estallando detrás de mis ojos, y que es seguido rápidamente por flujos de lava de felicidad corriendo por mis venas. —Estoy usando ese puto coño. Toma esa polla gorda.

Está allí, montando la línea entre el placer y el dolor, y no puedo esperar a que los fragmentos de euforia me golpeen.

Arriba y abajo, Tío Emmet está haciéndome ir más rápido y más rápido ahora, su respiración viniendo en ásperos jadeos, apretando su agarre, guiándome mientras todavía está dándome los toques y me empuja al orgasmo que necesito. Está arrastrándose y deslizándose, arrastrándome a mí al borde.

Papi está usando mi rostro, usándome como su pequeña zorra que le encanta la leche, yo lo adoro, lo amo. Quiero su caliente leche en mi boca. Quiero tragarme hasta la última gota.

Los dos están gruñendo, gimiendo mientras me usan.           

—Chupa esa polla.

—Toma eso, niña.

—Puta jode pollas.

Están dándome lo que necesito, lo que anhelo y sin lo que no puedo vivir.

Otra respiración pasa, otra… Mi coño se está apretando alrededor de la polla de Tío Emmet, apretando y liberando, estremecimientos atormentan mi cuerpo mientras toman su propio placer de mí.

Papi es el primero en sucumbir a mis talentos. —Mierda, me voy a venir. Venirme en todo ese rostro. —Se libera de mi boca y se masturba la polla un par veces antes de bañarme con su semen, salen borbotones de su crema blanca que están derramándose en mi pecho y cuello con su líquido cremoso. Dándome un lindo collar de perlas.

Mi tío sigue rápidamente, chocando contra mí desde abajo en una serie de golpes fuertes mientras grita a través de su orgasmo.
Una y otra vez, y otra vez. Alargo mi liberación hasta que siento como si estuviera en constante estado de venirme. Él se sella contra mí, tenso e incrustado profundamente en los espasmos de mi vagina, con su palpitante polla dentro de mi coño.

—Sí, sí, sí…

Después de varios segundos, se relaja debajo de mí, con la respiración pesada, y el sudor perlando su frente. —Joder, Bella. Esa fue una follada caliente.

Lamo mis labios, el sabor de mi papi todavía persiste. Él frota su pulgar sobre mi barbilla. —Sí, lo fue. Y no ha terminado todavía. —Se inclina hacia abajo, me da un beso suave y luego se endereza—. Ve a limpiar Bella, y encárgate de los platos.

—Oh. —Abro mis ojos, de repente recuerdo la lasaña que probablemente está pegada a la sartén y que necesitaré remojar. Salto del regazo del Tío Emmet, ganando un gemido en respuesta, y me inclino sobre él, dándole un beso rápido—. Lo siento, Tío Emmet. Lo haré mejor después.

Le doy un profundo beso a Papi, me inclino cerca y deslizo mi lengua entre sus labios, acumulando su sabor y manteniéndolo cerca antes de alejarme. —Gracias, Papi —le susurro antes de precipitarme.

Tengo que limpiar y prepararme para lo que las sorpresas
“después” podrían deparar.

****

Una vez he terminado con la limpieza, encuentro a ambos,
Edward y Emmet charlando en el comedor, bebiendo lo que queda de sus vinos, sonriendo y hablando de negocios.

Definitivamente no van a follarme.

Cuál es el punto de esta noche.

—Ejem.

Ellos siguen hablando.

—Disculpen. —Apoyo las manos en las caderas, con los pies golpeando ligeramente el azulejo.

Siguen bebiendo.

Maldita sea.

Toso dos veces. Fuerte y tendido.

Dos pares de ojos masculinos se centran en mí y cada uno tiene una sola ceja arqueada. Son como un juego raro de gemelos, ambos mirándome con un dejo disgusto por haber sido interrumpidos.

Pero, ¿hola? Chica desnuda con varios agujeros listos para ser llenados aquí.
—¿Necesitabas algo, nena?

Muevo las manos, haciendo un gesto hacia arriba y abajo en mi cuerpo. —Sí. Pechos turgentes, coño y culo apretados.
Simplemente lista para la cogida aquí.

Los dos hombres intercambian una mirada antes de levantarse al unísono. Ambos todavía vestidos, solo sus chaquetas tiradas a un lado, y se ven tan malditamente calientes en lo que queda de sus trajes. Todo ajustado y tallado a sus cuerpos, acentuando las líneas de sus músculos.

Y todo para mí.

Estoy en un extremo de la mesa y ellos en el otro, cada uno tomando un lado diferente en un esfuerzo de llegar a mí. La mirada en sus ojos no es realmente lujuria en este momento, es una promesa con un toque de advertencia.

Quizá debería haberlos dejado terminar de hablar.

Retrocedo un paso y ellos se mueven hacia adelante. Entonces es un paso adelante y dos hacia atrás, pero sus zancadas más largas todavía los acercaban más a mí.

—Um…

—Será mejor que corras, niña —me gruñe Tío Emmet y giro sobre mis talones, corriendo hacia el dormitorio, con un grito y risas juguetonas en mis labios.

—No, no, no… —me río, rodeo la esquina y corro hasta las escaleras, precipitándome hacia el dormitorio principal.

Edward está persiguiendo mis pasos, el tío maldiciendo y riendo justo detrás de él. Irrumpo en la habitación sin aliento, y me detengo cuando llego a la cama, arrastrándome al otro lado para hacerles frente, sonriendo ampliamente.

—No, nena, no eso fue muy bueno, hacer que los hombres mayores corran así. Tendrás que ser castigada.

Sacudo la cabeza, paso mi lengua a lo largo de mi labio inferior. —No, Papi. No lo harías.

Emmet y Edward comparten una mirada, ambos hombres tirando de sus corbatas. Una vez más, dividen su enfoque. Papi se dirige sobre la cama mientras Tío Emmet viene hacia el extremo. Estoy atrapada.

Felizmente.

La anticipación late con fuerza por mis venas, mi coño preparándose a sí mismo para ser llenado, follado duro y dejado exhausto. Mis pezones se endurecen, hormiguean, y estoy empezando a disfrutar este juego.

El Tío Emmet tiene la corbata en la mano, Edward exactamente lo mismo. No se arrastró sobre la cama a mi lado como había anticipado. No, está esperando en el centro del colchón sobre sus rodillas.

—Tío Emmet… —Pongo una mano para que se quede, tratando de luchar contra mi sonrisa, sondeando el culo.

—No. —Niega con la cabeza—. Las niñas impacientes no hacen las nuevas reglas, Bella.

Puedo correr a los brazos de Em o de Edward, pero sé que todo terminará en un placer inimaginable en cualquier situación.

Me lanzo hacia Tío Emmet, pretendiendo que estoy intentando llegar a él, pero quedó atrapada en sus brazos, manos grandes me agarran y entonces está trabajándome hacia la cama. Mis gritos de guerra con sus gruñidos cuando pateo y peleo contra ellos a cada paso, amando este nuevo lado de nuestra vida sexual. Entonces mis brazos están por encima de mi cabeza, corbatas de seda aferrando mis muñecas a la cabecera de la cama forjada de hierro.


Y ahora soy su prisionera.
*****************************
Muy traviesa esa niña hola a todas muchas gracias por los comentarios y por leer muchas gracias.
que les esta pareciendo la adaptacion muy fuerte .

4 comentarios:

cari dijo...

🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥 muy traviesa la van a castigar 😉😜 gracias

janneth dijo...

Hot 🔥🔥☄️💫☄️☄️ Muy caliente quiero seguir leyendo

Unknown dijo...

Muy caliente y todo lo q sea pero me encanta quiero seguir leyendo , tenía tiempo q no leía una historia así d caliente ... gracias 😊

Unknown dijo...

Súper traviesa y por eso la van a castigar oh oh! Quien no quisiera tener ese papi y ese tío. Un capítulo hot 🔥🔥🔥 Muchas gracias.

ORACION A MI SEXY VAMPIRITO

Edward de mi guarda
De mi sexy compañia
Bebete mi sangre
De noche y de Dia
Hasta que caiga en tus brazos
Y sea tu marca de heroina