lunes, 26 de febrero de 2018

Enredos de Amor Capitulo 22


Capitulo 22
Terror y tiro mortal
Isabella
―¿Lamentas no haber corrido esta mañana? ―le pregunté a Edward mientras caminábamos por el sendero en el bosque detrás de mi casa.

Acababa de vestirse para correr, llevaba el mismo tipo de camiseta sin mangas con capucha y pantalones oscuros y sueltos como antes.

―Está bien, ambos dormimos hasta tarde. Además, no habría sabido cómo volver de todos modos ―dijo, lanzando un palo para Taigi, quien lo vio volar sobre su cabeza y luego corrió a toda velocidad.

Mis padres caminaban sólo unos metros delante de nosotros, de la mano.


Cuando era más joven, había pensado que sus muestras públicas de afecto eran la cosa más vergonzosa en el mundo. Ahora, cuando los veía, esperaba un momento en el que pudiera ser como ellos.

―¿Cuánto tiempo llevan casados tus padres? ―preguntó, inclinándose cuando Taigi regresó.

―Se casaron al día siguiente del cumpleaños de mi madre. En realidad se escaparon juntos, incluso después que mi abuelo les pidiera que esperaran.

―¿De verdad? ―dijo, mirando a mi padre.

Sabía por qué. Parecía un verdadero fiel a seguir las reglas.

―Es un romántico, mientras que mi madre, fue más lógica, y dijo que sabía que no iba a estar con nadie más, así que ¿por qué esperar? Funcionó.

―¿Así que todos esos libros del sótano son suyos? ―Sonrió―. Había mucho amor húmedo y pasional…

―Esos son mis libros, y no son húmedos y pasionales, aunque son dignos de ruborizarte. Mi papá le gusta más los thrillers y misterios con una pizca de romance en ellos. Sus favoritos son todos los libros que tienen lugar alrededor de la Segunda Guerra Mundial. ―Si hubiera alguien que pudiera discutir sobre libros mejor que yo, era mi papá.

―Es bueno saber.

―¿Para qué?

―Investigación. Todavía estoy siendo probado. El almuerzo de esta tarde fue una prueba de ello ―respondió.

Quería colgar mi cabeza al pensar en ello. Mi padre había preparado el almuerzo y se aseguró de agregar tantos pimientos a su famoso chili con carne que mis ojos lagrimearon. Ni siquiera estaba segura de cómo se lo comió Edward.

―¿Cuánta agua bebiste después de eso?

―Bebí toda la leche de tu refrigerador, y luego un vaso de agua. ―Nos reímos―. Después de pasar por eso, puedo tolerar cualquier cosa.

Fue entonces que me di cuenta que habíamos seguido a mis padres justo fuera del camino, donde ya no había árboles y estábamos frente a una pradera plana donde Sam, Embry y Jacob estaban con palos de lacrosse. Las dos redes detrás de ellos.

―Chicos…

―Aquí no jugamos béisbol, ¿verdad, muchachos? ―preguntó mi padre, tomando un palo.

―¡No, señor! ―gritó su ejército.

―Edward, ¿sabías que Isabella jugó lacrosse? ―Mi madre se unió a la tortura, tomando el palo que Embry le entregó.

―Sra. Swan, Bella no sólo jugó lacrosse, era El Terror. ―Jacob alargó las palabras―. De hecho, cuando el equipo de las chicas la sacó en su primer año, ella jugó en el equipo de los chicos y aún tenían miedo.

―El pobre MIke hasta el día de hoy tiene una cicatriz bajo el ojo izquierdo desde ese momento. ―Sam colocó su brazo sobre su hombro―. Buenos tiempos.

―Edward, si te gustaría ser el ÚNICO sentado, está bien. No te juzgaré. Nos ponemos un poco rudos aquí.

Mi papá me tendió mi palo, ignorando mi mirada.

―De hecho, eso es genial. Puedes ser el doctor.

―Papá… ¿esto es bueno para tu corazón? ―dije entre mis dientes apretados.

―Seré el portero ―declaró.

―No, el ejercicio es bueno para él. ―Edward sonrió―. Jugaré. Todo lo que tengo que hacer es tomar el balón con el palo y llevarlo a la línea de gol, ¿verdad?

Se rieron y mi padre asintió, lanzándole el palo negro.

Lo atrapó, rodándolo en sus manos por un momento.

―Edward, juegan sucio.

―¡Oye! ¡Tú también! ―Embry me señaló.

―No tengo ni idea de lo que estás hablando. ―Estiré, levantando el palo por encima de mi cabeza, y luego hacia un lado―. No es culpa mía que todos ustedes terminen en el extremo de mi palo.

―¿Ves? Es El Terror que se levanta de las cenizas ―dijo Jacob, levantando las manos desde el suelo hasta el cielo.

―Está bien, entonces debemos elegir equipos. ―Mi madre se adelantó.

―Independientemente de los equipos, Edward y Bella no pueden estar del mismo lado. ―Sam nos señaló a los dos.

―¿Por qué?

―Es una nueva regla de familia ―dijo mi padre, dando un paso adelante―. Tu madre y yo seremos los capitanes. Tramposo de ciudad, estás con mi esposa. Trata de no avergonzarla demasiado. Bella, estás conmigo. Embry, estás con los extraños, Jacob conmigo, y Sam…

―Rayos. Sé que voy a ser el árbitro. Será mejor que hagamos una segunda ronda. Quiero desmayarme en la hierba.

Todos sabíamos lo que quería decir, pero Edward seguía observando el palo en sus manos.

―¿Desmayarse en la hierba? ―preguntó, finalmente levantando la mirada hacia mí.

―Significa golpear alguien tan duro hasta dejarlo sin aire que simplemente se queda allí como si fuera parte de la hierba ―respondió Sam, acercándose.

Edward asintió, y luego miró a su palo de lacrosse.

―¿Te importa si cambiamos? Mi color enérgico es el azul.

―¿Color de enérgico? ¿Qué? ―Sam se rió.

―Sí, y voy a necesitar toda la ayuda que pueda obtener con El Terror aquí presente ―dijo Edward, cambiando de palo.

―¡Oye! ―Y yo que intentaba ayudarlo.

―Ven, Bella ―dijo Jacob.

Me acerqué.

―Buena suerte.

―Gracias. Por favor, ten cuidado con mi rostro, sabes que es mi fuente de dinero. ―Guiñó un ojo.

Negué. Iba a decir que en realidad eran sus manos las que hacían dinero, pero sonaba sucio con mi familia presente.

―No, en serio, por favor, no estropeen su rostro ―les dije cuando me metieron en la reunión de equipo.

―Isabella, él no está en tu equipo ―dijo mi padre―. Nosotros somos tu equipo, y tus compañeros de equipo quieren ganar, así que…

―A derribarlos. ―Se sentía como la secundaria de nuevo.

―No puedo oírte.

―¡A derribarlos! ―le dije más alto.

―¿Se van a quedar abrazados todo el día allí? ―gritó mi madre.

―Lo siento, no sabía que tenías prisa en perder, cariño ―respondió mi padre.

A veces, no podía creer que fueran mis padres.

Sam colocó el balón en el centro del campo.

―¿Supongo que quieren que vaya al frente? ―les pregunté. Los vi asentir, como si dijeran "obviamente". Cuando me adelanté, también Edward―. No puedo ser suave contigo.

―Lo sé, tu madre me lo dijo.

Asentí.

Sam decidió que era el momento de ser gracioso y empezar a predicar.

―Ahora recordemos, esto es simplemente un juego, y como tal, que sea jugado limpio y que sea… un poco sangriento.

―Sam…

―1. 2. 3.

Ambos atacamos la pelota, pero él me empujó hacia atrás con facilidad, volteando el palo, levantando la pelota del suelo y lanzándola a Embry perfectamente. Fueron hacia Jacob y mi padre, que salieron de la meta aún más. Corriendo hacia adelante, traté de alcanzarlo cuando Embry apuntó, pero Edward saltó sobre mi pierna trasera, giró alrededor de Jacob tan rápido que Jacob siguió caminando y se enfrentó uno a uno con mi padre. Cuando parecía que iba a hacer un gol, le devolvió el balón a Embry, tomando a mi padre con la guardia baja, y la pelota se deslizó en la red.

―¿Qué diablos? ―dijo Sam en las bandas, jalando su sucio cabello rubio.

Edward y Embry se levantaron, y luego Edward miró a mi padre.

―Tiene razón, he jugado mucho béisbol de niño, pero eso fue sólo durante la primavera y el verano. Mi entrenador no quería que me aburriera, así que jugué lacrosse en el otoño y baloncesto en el invierno. Si hubiera traído una pelota de fútbol, me habría jodido.

―¿Cómo me veo ahora, cariño? ―Mi madre, que no había hecho nada, se quedó sonriendo. Cuando Edward se volteó hacia ella, chocaron los cinco.

―Isabella ―me dijo mi padre.

―Oh, lo sé ―dije, agarrando mi palo―. Edward, los guantes de gentileza ya no están.

―Nunca te pedí que te los pusieras en primer lugar ―respondió.

―¿Cómo puedes salir con alguien tan arrogante? ―Jacob frunció el ceño.

―Bueno, estoy a punto de humillarlo.

Cuando volvimos a encontrarnos en el centro, se agachó frente a mí, sonriendo como si hubiera robado algo, un brillo en sus ojos verde azulados.

―¿Sabes cómo me llamaban en la secundaria? ―preguntó.

―No me importa.

―1. 2. 3.

Nuestros palos de lacrosse se estrellaron de nuevo. Esta vez, empujé hacia atrás con todo lo que tenía, y él cayó hacia atrás, siguiendo el balón mientras rodaba por la hierba. Acababa de tomarlo cuando él golpeó mi palo, volteándolo y sacando el balón. Lo tomó esta vez, corriendo hacia la meta. Corrí tan rápido como pude, pero Edward estaba en otro nivel cuando se trataba de velocidad. En un momento estaba frente a mí, y al siguiente corría directamente hacia mi padre, que miró a Embry a su izquierda. Esta vez Eli no se lo pasó, hizo el disparo, y debido a que estaba tratando de elevar la presión arterial a mí y a mi padre, entró.

―Era Tiro Mortal, por si acaso te lo preguntabas ―dijo, pasando por delante de mí.

Mordiéndome la lengua y tomando una respiración profunda, traté de recordar que era sólo un juego.

―Isabella, ¿vendrás? ―gritó detrás de mí.

―Tú, Dr. Cullen, vas a salir herido.
Edward
Con un rápido empuje hacia adelante, ella me empujó tan duro que caí de espaldas, y ella cayó directamente sobre mí.

―Oh ―me quejé, tratando de respirar de nuevo.

―¿Acabas de ver el punto que hizo? ―Embry corrió hacia nosotros.

―No, estaba demasiado ocupado siendo asesinado ―murmuré, soltando el palo y frotándome el pecho cuando ella rodó.

―¡Bueno, perdimos! ―Su madre se acercó a nosotros―. No había nada que pudiéramos hacer realmente cuando Charlie, el gran tramposo, tuvo que intervenir.

Habíamos estado jugando durante un poco más de una hora. Había anotado los primeros y los únicos dos goles del juego, pero luego su padre había salido y decidido aplastar mi orgullo. Para un hombre que había tenido un ataque al corazón hace un mes, estaba en muy buena forma.

―De todos modos, he mandado a Sam a traer la comida que hice.

Traté de levantarme, pero simplemente no sentía mi cuerpo.

―Voy a quedarme aquí por un momento.

Jacob rió, arrodillándose.

―Y es por eso que lo llamamos desmayarse en la hierba.

―Sí, lo entendí ―Gemí de nuevo.

―Bella, ¿también te vas a quedar ahí tendida?

Lo ignoró, con los ojos cerrados.

―A la mierda ustedes chicos por hacerme jugar de nuevo. Odio tanto el lacrosse.

―¿Por qué jugabas en la secundaria? ―La miré.

―Su padre era el entrenador. ―Jacob sonrió, poniéndose de pie y poniendo una botella de agua a mi lado―. No lo hiciste tan mal, Edward.

―Usando mi nombre ahora, por lo que veo. ―Finalmente me senté.

―No te emociones por eso. ―Frunció el ceño, alejándose.

Isabella suspiró, girando sobre su espalda y levantando la pierna, intentando estirarla.

―Tengo las piernas rígidas.

―Lo sé, extiéndelas hacia mí ―dije, tomando su pierna y colocándola en mi regazo.

―Edward…

―¿Te lastimaron mientras jugabas? ―pregunté seriamente, presionando sus pantorrillas.

Soltando un suspiro por su nariz, se sentó a mi lado, con los ojos fijos en su papá, que estaba junto a su madre, todavía regodeándose de su victoria.

―A mi padre le encanta el lacrosse. Jugaba con su padre y jugaba con mi hermano. Así que, cuando falleció, me aseguré de jugar también, sin importar qué. Me lastimé en mi último año. ¿Recuerdas a Jessica Drake? ¿La mujer que esperaba y cuidaba a Taigi?

Asentí.

―Ella tropezó y pisó mi pierna.

Me estremecí al pensar en ello.

―¿Esa era Jessica con un extra de cuarenta y cuatro kilos?

―Sí, y me rompió la pierna. Se sentía tan mal, y todo el mundo se burlaba de ella. Era práctica, y recuerdo que le dije en secreto que estaba agradecida porque ya no tenía que jugar.

―Pero tú aún jugaste después de que te curaras, ¿no? ―Ni siquiera tuvo que responder, sólo lo supe―. ¿Estás segura que no eres tú quien es la roca? ―le pregunté, ayudándola a levantarse del suelo, porque desde donde lo mirara, parecía que ella estaba cargando mucho peso en sus hombros.

Ella sonrió.

―Nunca, en ninguna de las historias que he oído de mi padre, una persona rogó que la roca apareciera.

―No lo entiendo. ―Tomé su mano, caminando de regreso a su familia y amigos.

―El símbolo de la lluvia es el Ave de Trueno, y si oras lo suficiente, a veces viene. Pero la roca, no importa cuánto prediques, permanecerá en su lugar, cargando cualquier peso sobre sus hombros. Mi padre necesitaba alguna manera de tener una conexión conmigo después que mi hermano muriera. Y le di una. No me arrepiento. De vez en cuando mis piernas se ponen rígidas, pero tengo tantos recuerdos de él corriendo hacia mí después de un partido, animando a todo pulmón, levantándome y girándome. No es una carga para mí. ―Sonrió, envolviendo su mano alrededor de mi brazo. Se acercó y besó mi mejilla―. Estuviste genial, a mi padre no le gusta perder.

―Bella. ―Charlie levantó una botella de agua hacia ella.

Puso los ojos en blanco, sabiendo que sólo quería que nos separáramos, pero fue hacia él de todos modos.

No aparté la mirada de ella cuando se dio empujones de hombro con su padre y él envolvió sus brazos alrededor de ella, diciéndole algo.

Era asombroso cómo cada vez que la veía, parecía estar en cámara lenta, mi ojo quería capturar cada una de sus expresiones faciales, su voz, sus movimientos, para guardarla en mi memoria para siempre. Me hizo pensar:

¿Cómo llegué aquí?

¿Cuándo comencé a enamorarme tanto de ella?

¿Es eso lo que estoy haciendo, enamorarme?

Y, lo más importante, ¿ella también?

*********************************************
Hola a todas perdón por tardar en actualizar pero he aquí los capítulos no se olviden mañana martes de adelanto en el grupo Elite Fanfiction nos queda poco para terminar la adaptación ya estoy seleccionando la nueva que adaptare terminando esta.
Muchas gracias todas por sus comentarios y por leer también por estar pendientes MUCHAS GRACIAS


10 comentarios:

Kari Salinas dijo...

Me encantó muchas gracias por el capítulo

Anónimo dijo...

Holaaa.
Me gusta mucho la historia y hoy si que nos sorprendió Edward al no dejarse intimidar y luchar por bella... Que lindo Jaja
Saludos de mi lindo Ecuador
Adriu

Belu dijo...

En cierto punto llega a molestarme Charlie, se entiende que pasaron por mucho y por eso ahora cuida tanto a Bella pero se me hace un poco exagerado... Pobre Edward le hacen pasar de todo mientras que Esme es un amor con Bella.
Gracias por actualizar 😊

saraipineda dijo...

Fantástico hermosa graciasssss X estos maravillosos caps me súper encantaron graciasssss graciasssss

cari dijo...

Charlie tramposo y muy odioso , Edward un amor y ya sabe q Bella es mucho mas q solo la artista estafadora ahora será la ladrona x q ya se robo su corazón 😜😘❤😍 Gracias

Kar dijo...

Son ternura pura y si Edward está enamorado y no dudo que Bella también, gracias Annel
Saludos y besos 😘😘😘

Laura Natalia dijo...

Q divertido capitulo Charlie pensando q Edward no jugaba lacrosse y en realidad el si lo hacia.😂😂

Anónimo dijo...

xD pobrecito de mi edward lo dejaron con la hierba xD
Pero bueno hizo el intento ^w^
Yo digo que ya se está ganando al suegro :)
Gracias :D

lidu dijo...

Hola me facina la historia. Me gusta la complicidad que hay entre padre e hija.

Nos seguimos leyendo

Unknown dijo...

Hola me encanta la historia cuando es la actualización??

ORACION A MI SEXY VAMPIRITO

Edward de mi guarda
De mi sexy compañia
Bebete mi sangre
De noche y de Dia
Hasta que caiga en tus brazos
Y sea tu marca de heroina