lunes, 24 de julio de 2017

Parque de Caravanas Virgen capitulo 7


7
Edward
Me despierto estirándome, sintiendo un dolor dulce a través de mi cuerpo. Mi pene esta duro y hace una tienda de campaña en las sabanas, así que voy por debajo y lo tomo en mis manos. Doy un par de golpes mientras pienso en lo mismo que siempre hago cuando me vengo. Mi pequeña y dulce Bella. Es entonces que el día anterior regresa a mí y me doy cuenta que no tengo que hacerlo yo mismo. Bella es nuestra ahora. Puedo tenerla siempre que quiera.
Sintiendo el tirón de una sonrisa traviesa en mi cara, digo en voz alta para ella.
―¡Bella! ¡Ven aquí, bebé!


Espero un segundo, no la llamo de nuevo porque sé que va a venir, escucho la puerta de la habitación abierta, y miro. Está desnuda, con su largo cabello rubio salvaje como ella, ha sido bien utilizada, y veo un rubor en sus mejillas. Me pone putamente duro verla así. Sabiendo que puedo tenerla siempre que malditamente quiero. Todo lo que tengo que hacer es llamarla por su nombre y esas piernas dulces se extenderán para mí.

Empujando la colcha, le muestro mi pene que sobresalía; pidiendo atención. Juro que esta cosa sólo se pone dura para ella. Si ella supiera lo mucho que me posee.

―Ven y sube en tu papi, bebé.

Se muerde el labio y se acerca a la cama, con las caderas anchas en vaivén, sus pechos pesados, llenos rebotan con cada paso. Ella se sube lentamente en la cama y trata de poner su pierna por encima de mi cintura.
Me agarra las caderas y tengo que ayudarla constantemente mientras se extiende a ambos lados de mi cuerpo. Me agacho y mantengo mi pene a su apertura mientras baja en la misma. Puedo ver ella ya está mojada por ello.
―Joder, eso es todo, niña. ―Su cálida humedad interior está en mi pene, y me empujó hacia arriba, no quería esperar más para estar completamente asentado dentro de su muy apretado coñito.


Una vez que ha envuelto su vagina alrededor de mi pene, ella se sienta allí, sin dejar de mirarme como si ella no supiera qué hacer. Sonrío hacia ella. La inocencia en su expresión causa que salga semen de la cabeza de mi pene.

―Muévete hacia arriba y hacia abajo, Bella. Acaricia mi polla con tu coño. ―La animo a ella.

Ella coloca sus manos en mi pecho y comienza a moverse hacia arriba y hacia abajo. Su apretado coño se desliza fácilmente hacia arriba y abajo de mi grosor ella me hace perderme, inclina su cabeza hacia atrás, su pelo hace cosquillas en mis bolas. Me dan ganas de correrme ya, pero me muerdo de nuevo, con ganas de verla venirse primero.

Un golpe en la puerta, y miro a Jasper pie en la puerta de mi dormitorio. Bella para de mover las caderas hacia atrás y adelante en mi polla y mira por encima del hombro hacia él.

Está desnudo y su pene esta duro, así que supongo que quiere un pedazo de este pastel dulce, también.

―Papá lo siento. Tengo que ir a la fábrica muy temprano hoy. ¿Te importa si yo voy primero, así no llego tarde?

―Por supuesto. Igual pero que sea rápido.

Jasper se acerca a ella y la levanta de mi polla. Ella gime mientras me deslizo libre de su coño. Miro mientras Jasper la inclina sobre el lado de la cama. Ella extiende sus piernas, mientras Jasper se empuja desde atrás.

Ambos gimen cuando sus ojos se cierran. Me siento allí y veo sus tetas como se balancean cuando se la folla con fuerza durante unos minutos. Sus embestidas mueven la cama. Me pregunto cuánto más su coño puede tomar. Ella perdió su cereza hace horas.

―Maldita sea. ―Gruñe, mientras él toma lo que necesita de su sexo, y ella gime en el colchón.

Justo antes de que se corra, se saca y se masturba la polla fuera sobre el culo. Sus dedos se mueven por entre las piernas y se frota su coño, acabando juntos mientras él eyacula sobre su espalda y se corre en su mano.
Una vez que los dos están terminados, Jasper se agacha y recoge una camiseta de la piso, usándola para limpiar su espalda antes de poner un beso en el centro de su columna vertebral.


Me agacho y la tomo, poniéndola sobre su espalda en la cama para que pueda volver a meter mi maldito pene. Estoy duro como el infierno esperando mi turno, y yo estoy listo para venirme.
Jasper aparece junto a la cama y la besa en los labios de Bella verdaderamente dulces, mientras la reduzco en mi pene.

―Adiós, hermanita. Nos vemos cuando llegue a casa esta noche.
La veo deslizar su lengua en la boca de Jasper antes de que tire hacia atrás, y él sale de la habitación para ir a prepararse para el trabajo.

―Tu turno, papá, ―dice alegremente, mirando hacia mí mientras ella empieza a montar mi polla de nuevo.

Su dulce coñito me chupa directamente al interior, y tengo que frenarme para no venirme tan rápido.

―Maldición, se siente apretado. Eres una buena chica. Haz tu tarea de la mañana al igual como te lo dije.

Ella frota su coño sobre mí, frotando su clítoris duro cuando está llegando a la base de mi pene. Siento que se encoge a mí alrededor, y la tomo de las caderas más duro, ayudándola a bajar mientras estoy en ella.
―Eso es. Baja sobre mí, bebé.

Siento mi pene enterrado profundamente en ella, y no puedo aguantar más. Comienzo a correrme dentro de su coño fresco, llenando ese pequeño coñito con todo de mí. Su boca cae en la mía mientras que la bombeo dentro de ella, mis impulsos desencadenan su propio orgasmo.
Cuando su dulce lengua sale, le lambo a cambio, queriendo que ella sepa que estoy muy orgulloso de ella.

Yo la mantengo sobre mi pene, ya que me he corrido por todas partes, mi propio semen está bajando por entre nosotros. Quiero que ella al menos una vez más llegue antes de tener que levantarme y prepararme para el trabajo.

―Esta vez quiero que des la vuelta y te sientes sobre mí. Bebe, Quiero ver tu culo mientras me montas
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muchas a todas por sus comentarios.

ORACION A MI SEXY VAMPIRITO

Edward de mi guarda
De mi sexy compañia
Bebete mi sangre
De noche y de Dia
Hasta que caiga en tus brazos
Y sea tu marca de heroina